Los últimos capítulos del anteproyecto constitucional en Chile fueron aprobados por el Comité de Expertos designado por el Congreso del país. El siguiente paso será entregar el borrador al Consejo Constitucional, elegido en mayo y que empezará su revisión el 7 de junio.
«Una Constitución que no es la Constitución soñada para ninguno de nosotros, pero sí una Constitución bajo la que todos sintamos que podemos convivir y que sentimos como propia», declaró la presidenta del comité, Verónica Undarraga, al anunciar el despacho del borrador constitucional.
Además, Undarraga subrayó que, a pesar de las diferencias ideológicas de los 24 expertos que integran el comité, los unió «un propósito común» para redactar la Carta Magna, pensando en «el Chile del futuro».
Los miembros del Comité de Expertos fueron elegidos por el Congreso chileno y está compuesto de manera paritaria (12 hombres y 12 mujeres). Desde el 6 de marzo se encontraban elaboraron el anteproyecto del nuevo texto constitucional.
El nuevo borrador
El borrador constitucional consta de 118 páginas y 14 capítulos e incorpora nuevos principios legales inéditos en la historia chilena. Entre ellos, la limitación de la reelección del presidente, la incorporación de mecanismos de participación ciudadana para proponer normas y el reconocimiento de los pueblos indígenas como parte de la nación chilena.
Además, dedica un capítulo a la protección del medio ambiente. Uno que no se tenía en cuenta en la actual Constitución. Sobre ese ámbito, la única enmienda que no se aprobó fue la que otorga protección especial a los animales.
Otro aspecto novedoso del anteproyecto es que regula cómo se reemplazaría la futura Constitución. Un punto que busca contrarrestar el vacío del actual texto que no tenía una fórmula definida.
“Logramos un acuerdo que establece una combinación de mecanismos: que sea un Congreso que a través de una comisión técnica elabore un texto y se someta a un nuevo Congreso que ya contaría con un borrador de Constitución, el cual debería, finalmente, aprobar este texto y someterlo posteriormente a plebiscito”, sentenció el comisionado Francisco Soto, representante de la centro-izquierda.
El segundo intento
El texto final pretende reemplazar la Constitución chilena actual, nacida en la década de los 80 durante la dictadura de Augusto Pinochet. Se trata del segundo intento que se enmarca en la Administración de Boric. El actual presidente había hecho de la Carta Magna una de sus banderas incluso durante su campaña presidencial.
Una primera propuesta constitucional fue puesta a votación popular en septiembre de 2022. Entonces, el 62% de los chilenos rechazó el proyecto.
Ahora, el anteproyecto será revisado por el Consejo Constitucional, cuyos miembros fueron elegidos por votación popular los primeros días de mayo. Las fuerzas ultraderechistas se quedaron con la mayoría de los votos y liderarán el nuevo proceso.
Inicialmente, los escaños de los ultraderechistas eran 23 de 51. Sin embargo, quedarían con 22 tras la renuncia del consejero electo Aldo Sanhueza, acusado de abuso sexual. La denuncia fue presentada la semana pasada, pero, este martes, el Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel) declaró inadmisible su dimisión por “carecer de competencia” para pronunciarse al respecto.
A pesar de ello, si la ultraderecha se une con la derecha tradicional, que tuvo 11 escaños, podrían aprobar normas sin necesidad de negociar con las fuerzas de izquierda y centro.
En ese sentido, el panorama es diferente al del primer proceso de redacción. La llamada Convención Constituyente tenía una tendencia hacia la izquierda y estaba constituida también por sectores independientes. El texto final fue criticado por no haber tenido en consideración a una parte de la sociedad chilena.
Por ello, la nueva iniciativa intenta abarcar más voces. «Su diferencia radica fundamentalmente en que este es un texto que pretende recoger los principios que son enarbolados por todos los sectores políticos. Es un texto que ha recibido la aprobación de los 24 miembros de la Comisión Experta en la que existen la mayoría de las fuerzas políticas de Chile», asegura Gabriel Osorio, abogado y profesor de derecho constitucional, para France 24.
Después de seis meses de revisión y trabajo en el Consejo Constitucional (que comienza sus labores el 7 de junio) el proyecto será sometido a un plebiscito popular el 17 de diciembre. En esa fecha, la ciudadanía chilena podrá votar a favor o en contra de implementar una nueva Carta Magna, dejando atrás el texto promulgado en la era pinochetista.